
Luego de contener la respiración, Hugo soltó el brazo. El último disparo en París sería un nueve, y aunque sabía que no era suficiente para alcanzar a su rival, estaba tranquilo. Esta mañana, un tímido sol bañó la cancha levantada sobre los Inválidos, luego de que la lluvia despertara a París.

Luego de contener la respiración, Hugo soltó el brazo. El último disparo en París sería un nueve, y aunque sabía que no era suficiente para alcanzar a su rival, estaba tranquilo. Esta mañana, un tímido sol bañó la cancha levantada sobre los Inválidos, luego de que la lluvia despertara a París.
Pero Hugo no perdió la sonrisa. Un abrazo culminó el duelo y se le vio marchar despacio hasta las carpas blanquecinas, que sobre la arenisca se alinean de forma casi perfecta detrás del césped verde.
Comenzó bien la jornada. El primer duelo ante el mexicano Bruno Martínez concluyó 7-3 y le dio paso a la próxima ronda. Nervioso, así se describió luego de este momento.
Quizás por ser sus primeros Juegos Olímpicos, o por querer igualar la mejor actuación de un cubano en estas lides impuesta por Juan Carlos Stevens cuando terminó en el quinto puesto en Beijing 2008.
Lo cierto es que nada lo detuvo. Ubicado en mejor posición en el ranking, el chino Yan Wang sería su oponente. Y salimos venciendo. La primera ronda culminó 28 a 27.
Sin embargo, poco a poco fue cediendo. El 25-29 del segundo encuentro quizás fue el vaticinio.
“Está la presión, está el escenario y cómo se enfrenta la competencia. Sabemos que estamos preparados, pero hay que dominar la mente y el cuerpo", comentó.
“Hoy había mucha humedad, pero son casi las mismas condiciones que tenemos en Cuba”.
“Yo sé que estoy por encima de lo que logré, pero siempre hay presión por este lugar. Siempre pensé en medallas, porque uno tiene que pensar en grande".
Quizás algunos le reprochen el resultado, pero no se debe olvidar que lo realizado en la ronda de clasificación, cuando ancló en el lugar 21, es el máximo logrado por un arquero cubano en una fase de clasificación de Juegos Olímpicos.
La anterior mejor ubicación la poseía Juan Carlos Stevens con su lugar 28º en Beijing 2008, mientras que el propio Stevens logró en Londres 2012 un total de 663 puntos, lo máximo reportado en una doble vuelta olímpica hasta los 669 de Hugo aquí en París.
Para Hugo, han sido tres años de duro esfuerzo, con pérdidas familiares importantes que hicieron más escabroso el camino.
“Detrás de esto hay mucho esfuerzo y sacrificio”, repetía, al tiempo que declaraba su actuación en homenaje a sus padres que ya no le acompañan.
En 2022 llegó a la final en el Campeonato Panamericano de tiro con arco de Santiago de Chile. Allí cedió ante el brasileño Marcus D'Almeida, pero demostró que estaba en la élite del continente.
Los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023 le brindaron la oportunidad de ganar tres medallas de bronce. La primera, junto a Juan José Santiesteban y Javier Alejandro Vega, en la competencia por equipos. La segunda, en la modalidad mixta, con Maydenia Sarduy.
Y la tercera, fue la más emotiva de todas, porque su arco se rompió previo a la discusión de la medalla. El colombiano Jorge Enríquez le prestó parte de su implemento y pudo derrotar en flecha de desempate al mexicano Caleb Urbina.
Hugo fue el séptimo arquero cubano en competir en unos Juegos Olímpicos y, aunque no pudo avanzar, nos hace soñar en grande. Aplausos, rómpase el silencio de la competencia, que sobra estirpe en ti.
Cubadebate